Hasta este domingo, el volcán Popocatépetl en México había registrado 22 explosiones en los últimos cuatro días, además de constantes tremores y sismos que se escuchan en las zonas cercanas.

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El titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) en el estado de Puebla (centro de México), Julio Huerta Gómez, aseveró que el incremento de la actividad sísmica no representa un riesgo para la población que habita en comunidades de los municipios aledaños.

Por medio de las redes sociales, Huerta precisó que el semáforo de alerta se mantendrá en Amarillo Fase 2 y exhortó a la población a no escalar el volcán, así como a mantenerse a unos 12 kilómetros de distancia del cráter; pues en los últimos días ha expulsado fragmentos incandescentes.

No obstante, «de manera preventiva», el gobierno estadual ha determinado que se realicen recorridos de inspección para verificar las 10 rutas de evacuación, en caso de que la población deba actuar ante una emergencia.

Por su parte, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) alertó a la población que en los próximos días se escucharían explosiones y tremores; pero no resulta un motivo para cambiar la alerta.

El reporte de Cenapred explica que, mediante los sistemas de monitoreo, se detectaron 149 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y ceniza, así como 159 minutos de tremor y cuatro explosiones menores y una moderada el pasado sábado.

La alerta del Centro Nacional de Prevención de Desastres argumenta que las explosiones que ocurren en el Popocatépetl o en cualquier volcán activo están acompañadas de señales sísmicas y sonoras, lo que “se trata de un fenómeno normal y no necesariamente es un indicativo del incremento de la actividad volcánica”.

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